Así en un relato corto explico que la participación de la juventud, los mayores, los niños, se dio en un ambiente de armonía e integración. ”Ellos recorrieron el Corsódromo mostrándonos su trabajo de muchas horas invertidas en noches y días de mucha práctica, en la confección de sus trajes, y tantos detalles, de los que casi no se sabe, pero se ve en las presentaciones”, dijo Nacif.
El evento se desarrolló durante dos días, once y doce de febrero y contó con la participación de agrupaciones originarias que le sumaron ese tradicional toque intercultural. Pero si hablamos de integración la cosa no paro allí, se pudo oír a los relatores que agradecían la presencia de quienes vinieron desde otras localidades a disfrutar de algo que les llevo mucho tiempo a construir, y que se realizó con responsabilidad y mucho amor a los carnavales.
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