- Contradictoriamente, mientras el consumo local se retrae, las exportaciones de carnes Argentina, alcanzan cifras récord, según CEPA “Centro de Economía Política Argentina”, la carne que dejó de consumirse en Argentina, fue comercializada en el mercado externo, lo que revela, que las políticas públicas del Gobierno Nacional, poseen una clara orientación en beneficio del mismo y en detrimento del abastecimiento interno. -
La -Dirección de Usuarios y Consumidores- de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, señaló que, en las últimas semanas, producto de la suba del dólar y la eliminación de las retenciones, se disparó el precio de la carne vacuna. Solo en setiembre del presente año, triplicó a la inflación mensual, mientras se mantuvo firme la exportación de productos cárnicos, “focalizándose los aumentos en los cortes populares cuyos valores estaban más contenidos, tal es el caso del asado que lidera las subas, con un 60,1% interanual”. De esta manera, en los últimos 12 meses, los precios de los cortes vacunos al mostrador, subieron un 54,9%, “siguiendo al asado, el cuadril con un 60%, la nalga con un 56,5%, la paleta 54,2%, la carne molida 43,3%, la caja de hamburguesas 43,1%”, mientras tanto el precio del kg de pollo entero, registró un incremento del 24% interanual por debajo de la inflación general. El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, denunció que la escalada en el precio de la carne vacuna se da en un contexto de medidas económicas que liberaron las restricciones al sector exportador, por lo que, en medio de la tensión cambiaria, el Gobierno Nacional llevó a cero los derechos de exportación, buscando incentivar la liquidación de divisas. Esta decisión incluyó a la carne vacuna y desató una nueva ola de aumentos, desde entonces, los valores internos se alinearon más con los internacionales, afectando el poder de compra local. En su informe, CICCRA –Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina- señaló que “la magnitud de la suba en pesos fue muy superior al incremento de la cotización en pesos del dólar oficial”, lo que da cuenta del atraso cambiario y de los efectos de liberalización. Por otra parte, el consumo “per cápita” se ubicó en 49,5 kilos por año en septiembre, considerando el promedio móvil de los últimos doce meses. Si bien ese número representa un incremento de 4,5 por ciento respecto del año anterior, el nivel sigue entre los más bajos en 100 años. En un país donde el asado es casi un ritual, encender la parrilla se volvió un lujo: los aumentos de la carne triplican la inflación, mientras la pérdida de poder adquisitivo transforma al plato más tradicional de la mesa argentina en un bien de consumo cada vez más inaccesible.
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