-Según el último informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), el 91% de los hogares argentinos está endeudado y la mayoría de esas deudas se tomaron en el 2024 tras la devaluación, fuerte inflación y caída del poder adquisitivo, “determinándose que el origen de las deudas con tarjeta de crédito en el mes de mayo del 2025, el 58% corresponden únicamente a la compra de alimentos”-
En el actual contexto económico y social, el Gobierno Nacional de Javier Milei, compartió una publicación que establece que la inflación semanal de mayo rondó el 0%, citando un texto del economista Salvador Di Stefano, basado en datos de OJF & Asociados, Equilibra y Econviews, lo que llevó a la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, a reiterarle al Titular del INDEC, Marco Lavagna, que si bien técnicamente la inflación no se está “midiendo mal”, también es cierto que se lo hace, con un IPC con base en el 2004 (Índice de Precios al Consumidor), que no refleja completamente la situación de los hogares y a eso debemos sumarle que, la canasta de consumo utilizada para medir la inflación no se ha actualizado desde hace varios años y en consecuencia, no expresa los patrones de gastos actuales de los argentinos. En otras palabras, en la medición del INDEC la porción de la torta de los gastos de una familia o de una persona asignada a los servicios esenciales o no, es demasiada chica para lo que en la práctica representan. Es por eso que la suba irracional de precios (energía eléctrica, comunicaciones) que estos vienen sufriendo desde el 2024 y lo que va del 2025, no tuvo en el IPC la incidencia que sí tiene en las economías domésticas. Otro de los factores es que, si bien Alimentos viene moderando alzas, la devaluación del 2023 que hizo Milei dejó esos precios en los niveles en dólares más caros del mundo. Asimismo, ese 0% se explica toda vez que los salarios corren, hace meses, muy por detrás de la inflación, un fenómeno que también fomenta el Gobierno Nacional para que la economía se enfríe y los precios no se disparen. Así, la Consultura -Pulso Research-, que lejos está de ser una firma encuestadora asociada a la oposición, acaba de publicar un trabajo amplio que hace preguntas clave sobre el tema. "Pensando en la inflación en el lugar donde vive ¿Aumentó, sigue igual o disminuyó? ", consultaron. Ocho de cada diez dijeron que aumentó o sigue igual. Dentro de ese grupo, 54,8 dijeron que "aumenta", un número que venía del 45,3 por ciento en la medición pasada. Es decir, aún con la inflación cediendo, creció la percepción social de que los precios suben más. La respuesta de los consumidores sorprende, dado que el Gobierno Nacional anterior dejó 12,5 de inflación y el actual la llevó a 3 por ciento, es decir, hubo una desaceleración considerable, pero la gente sigue sin verla. Asimismo, el Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, denunció que, el 91% de los hogares argentinos está endeudados y la mayoría de esas deudas se tomaron en 2024 tras la devaluación, fuerte inflación del primer semestre y la caída del poder adquisitivo, siendo que el origen de las deudas con tarjetas de crédito en un 58%, corresponden a la compra de alimentos. En comparación con 2024, aumentó el número de hogares con más de tres deudas (de 8% a 12%), lo que refleja una mayor fragmentación y recurrencia del crédito como estrategia de subsistencia, siendo las deudas impagas, que implican las moras simples o judiciales, representaron el 76% del total. En cuanto a las formas de financiación, los argentinos eligen las tarjetas de crédito bancaria y no bancaria en un 30,5%, la cual sufrió un crecimiento de 5 -puntos porcentuales- frente al mismo mes de 2024. Esta conducta muestra que el uso de las tarjetas de crédito para necesidades esenciales, son un síntoma irrebatible de empobrecimiento. En cuanto al origen de las deudas bancarias, se explican en un 34% por la refinanciación de la tarjeta de crédito, es decir, se piden créditos bancarios para refinanciar deudas de tarjetas de crédito. En este escenario de gran endeudamiento, el 56% de los hogares destina entre el 40% y el 60% o más de sus ingresos mensuales al pago de deudas, por lo que, el endeudamiento en Argentina ha dejado de ser un instrumento transitorio para convertirse en un fenómeno estructural. La creciente utilización de crédito para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, revela un empobrecimiento de los hogares que va más allá de la coyuntura económica. La inflación, hoy estabilizada pero permanentemente alta y una gran caída del poder adquisitivo, son las causas de una crisis de ingresos, que obliga a miles de familias a vivir en un estado de emergencia social y económica permanente.
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